Aquellos que ya tenemos cierta edad y nos quedábamos a comer en el colegio nunca nos habríamos imaginado que un comedor escolar pudiese tener un diseño tan atractivo y funcional.
Un rincón para un bocado rápido.
Ya no hay sitio para aquellas antiguas sillas incómodas y triunfa la ergonomía.
Los detalles de color nos recuerdan a los restaurantes más de moda.
¡Dan ganas de quedarse a comer en el cole!